En el distrito portuario de Castellón comienza su historia. Isaac creció entre las redes y el caucho del polideportivo, ahí maduró y entendió los entresijos del Volleyball. Entresijos que ya le han dado la oportunidad de caminar sus primeros, ya no temblorosos, pasos en la escalada de este deporte. “Jugaba en el Club de Voleibol Mediterraneo”, introduce el jugador. Justo en ese conjunto fue cuando comenzó a saber por el protagonismo del vóley en el panorama deportivo de la otra orilla del charco. Una idea comenzaba a florecer en su cabeza.
Fue un conjunto de situaciones y conversaciones las que decantaron la balanza ante la decisión de salir del país. Isaac prologa: “Uno de mis entrenadores hablaba de que se enseñaba muy bien
vóley en EEUU y que había muy buen nivel universitario”. A esta nueva posibilidad que rondaba la mente de Isaac hay que sumarle la opinión de su compañero Maxim. Isaac explica que se enteró de la existencia de Osm Scholarships por su amigo, que también reside ahora en EEUU gracias a estas becas. T
ras tomar la decisión, Isaac cuenta que se puso en contacto con la organización, y a raíz de eso comenzó a hablar con Javi y Vasilis “para hacer lo necesario para venir aquí”.
Ya empieza la aventura de Isaac, ahora inicia un nuevo capítulo en su vida. El jugador define sobre el primer día que fue bastante raro. Completa: “me levanté a las 4:00 de la mañana para ir al aeropuerto de Valencia”. Sobre ese día, Isaac rememora de forma romántica: “cuando salí de Madrid me entró un sentimiento entre pena y alegría, porque ya me despedía de España”. Después de varios trasbordos “llegué a Dallas y de ahí me recogieron en coche hasta mi nueva residencia”, ratifica Isaac. Matiza que debido a que no tenía conexión a internet se comunicaba con sus amigos y familiares desde los aeropuertos.
Tras parar los motores de los aviones y abandonar las terminales aún no le llegó el impacto cultural. Se le dilataron las pupilas por primera vez cuando analizó todas las instalaciones deportivas y los pabellones. Como su antiguo entrenador comentaba, en EEUU hay muy buen nivel universitario. Fue en ese momento que le llego “ese impacto”. La razón del asombro es que los pabellones están personalizados. “Al ser propiedad de la universidad, ponen el logo del equipo y distintas decoraciones en todas partes”, precisa Isaac. Además, hay ciertos aspectos que por motivos económicos no se ve en los equipos de España. “Por ejemplo: grabaciones de los entrenamientos a buena resolución, streamings en HD con cámaras profesionales o máquinas de saque para entrenar”, agrega el jugador. Luego espeta: “en este sentido aquí van un paso por delante”.
En EEUU prima más el vóley femenino que el masculino “incluso se puede ver en la televisión”, explica Isaac. A pesar de que el vóley masculino no tiene tanta transcendencia “tiene más apoyo que en España”, dicta el jugador. No obstante, lejos de todo esto, lo más importante es “dedicar todo el tiempo posible a los entrenamientos”, sopesa finalmente.
